ASTROLOGÍA DRACÓNICA

 

La carta dracónica es una ventana al alma.

Tiene la fuerza de integrar ambas luminarias, el sol y la luna.

La astrología que emana de ella incluye un nuevo plano de incorporación, que le da relieve transpersonal a la carta y nos abre a una dimensión más espiritual de la existencia.

Tiene mucho para contarnos sobre motivaciones inconscientes, anhelos profundos, vocación y dones
. Así como nos puede dar información valiosa acerca de nuestros vínculos y sus propósitos

Nos habla de aquello que insiste en reaparecer en nuestras vidas para ser integrado y resignificado a la luz de la conciencia

Se asienta en el uso de un zodiaco diferente, el Draconico que se genera en la intersección de la Eclíptica con la órbita de la Luna alrededor de la Tierra, relacionando así Sol, Luna y Tierra.

La carta trópica que usamos como mapa habitual es más visible que la carta dracónica, tanto para un observador exterior como para el propio interesado. Sin embargo, la dracónica es tan activa como la tropical, si no más, pero actúa un poco en la sombra, a la manera de los procesos fisiológicos automáticos o de los movimientos emocionales internos.

La carta Dracónica completa a la carta trópica y trae información nueva que se suma. Da profundidad y tridimensionalidad incorporando el plano del alma como espacio de información.

Se entra en sintonía con su mensaje a través de su estudio pero también a través de la intuición, del despertar de nuestra sabiduría interior. Requiere una actitud de contemplación, para no perdernos o abrumarnos con la información. Si podemos sintonizarnos con esto sin condicionamientos y prejuicios, entonces los símbolos del mapa que emanan de este zodiaco actuaran como ventanas al alma y seguirán revelándose siempre vivos y plenos de sentido, al igual que nuestra carta trópica, invitándonos a indagar en diferentes planos del ser

Cuando la utilizamos en consulta nos brinda la posibilidad de ir más allá y nos recuerda de manera poderosa la realidad de la vida espiritual.

"El alma puede volverse nuevamente una realidad sólo cuando cada uno de nosotros tenga el coraje de tomarla como la primera realidad en nuestras propias vidas”…

Inspirado en James Hillman