El arte de dejarse impregnar por esta noble tradición espiritual, eso es parte de lo que es la astrología para mi…, es ver la belleza que se despliega en cada vida humana, es descubrir ese hilo invisible que guía la vida de cada consultante y la nuestra…como el daimon se manifiesta y ante nuestro asombro se empeña en desplegar la semilla de lo que somos, puesto que nuestro primer “condicionamiento”, amoroso y persistente es cósmico!
La astrología nos pide y nos posibilita a la vez, como ninguna otra disciplina que trabaje con la psique, devoción a nuestro destino, nos propone entrar en dialogo con el como si fuéramos amantes, desarrollando conciencia y descubriendo maravillados que se expresa desde siempre… desde antes de nacer porque anida en las estrellas…
Los astrólogos trabajamos con historias de vida y entonces podemos ayudar a re- escribir y re significar a la luz de esta nueva mirada la historia vivida y las experiencias por vivir implicándonos con conciencia en ellas.
… Solo si el relato biográfico transmite esa sensación de belleza habrá hecho justicia a la vida que se ha explorado. Una teoría de la vida debe tener una base en la belleza a fin de explicar la belleza que la vida busca. Los románticos comprendieron esta verdad esencial. Su aspiración exagerada hacia glorias brumosas se proponía traer a este mundo formas del Invisible que como ellos sabían eran necesarias para imaginar que es una vida” de “El Código del alma” de James Hillman
Para hacer Astrología necesitamos recorrer el camino de la belleza, que es en palabras de Hillman un remedio contra el malestar psicológico… esa es para mí la posición básica de la astrología; luego y solo luego podemos ponernos a trabajar con las cuadraturas, los tránsitos, la casa doce, la revolución solar, los complejos, etc etc.
Quizá así haremos de la consulta un acto poético y revolucionario, que nos convoca a ambos, consultante y astrologo a la mirada redentora con la que necesitamos mirarnos… la mirada del amor…